Porqué vestimos a las niñas de rosa y a los niños de azul?


Cada generación aporta una nueva definición a lo que es masculino o femenino.
En el año 1884, los cánones sociales dictaban que los varoncitos llevaran vestido hasta cumplir 6 o 7 años que sería también el momento en que se les haría su primer corte de pelo. A todos los chiquitos se les vestía de blanco. En fotografías de aquella época, el género era neutral.  Como fue que llegamos a tener dos equipos? las bebés de rosa y los bebés de azul?

Lo que antes era una cuestión de funcionalidad -pues era más sencillo meter en blanqueador o asolear la ropita blanca- hoy día afecta de tal forma que hay quien piensa que vestir a una criatura con el color inadecuado puede llevar a trastornos psicológicos de marcada dimensión.
El cambio no fue rápido ni lineal.  Hasta pasada la Primera Guerra Mundial fue cuando la cultura popular comenzó a marcar la transformación.
Antes, en 1918, una revista famosa por su prestigio en hogares norteamericanos dictaba lo siguiente:
"Definitivamente y por regla general, el rosa es el color ideal para los varoncitos pues es más fuerte y demuestra audacia y decisión. En cambio, el azul es el color perfecto para las niñas por ser más delicado y exquisito. "
Otras publicaciones decían que el azul era para las niñas rubias, el rosa para los bebés de cabello castaño y en 1927 la revista time publicó una tabla que planteaba expresamente los colores apropiados dea cuerdo al sexo de los bebés.
El historiador que próximamente publicará un libro sobre este tema, al revisar los archivos de las grandes tiendas departamentales de Boston y Nueva York, comprobó que en los años 20's los dictámenes de la moda marcaban claramente el rosa para los niños y el azul para las niñas.
El cambio se estableció en el año 1940 como resultado de las preferencia de las familias norteamericanas. En esto se basaron los fabricantes de ropa infantil y las grandes tiendas en Boston, Chicago y Nueva York principalmente.

Ahora los niños se vestían como sus papás y las niñas como sus mamás.
Y luego llegó el movimiento de la Liberación de la Mujer. En los 60's con sus mensajes anti-género y anti-moda, el estilo uni-sex se covirtió en el look del momento.  Las mujeres comenzaron a vestirse dejando a un lado el "toque femenino" tratando a como diera lugar de que no se les encasillara y estereotipara.
El historiador confirmó que en el famoso catálogo de la tienda Sears Roebuck en 1970 no había ninguna fotografía de un infante de menos de 2 años vestido de color de rosa.
El movimiento feminista pensaba que las niñas caían en la trampa de los roles esclavisantes a través de la ropa que portaban y afirmaban que "...si las mujeres nos vistiéramos más como los chicos y sin tanto encaje y volante, tendríamos más opciones y nos sentiríamos con mayor libertad para ejecutar más actividades.
Quienes se han dedicado a investigar principios de identidad sexual afirman que el género se aprendía primordialmente a través de los patrones sociales y ambientales. Esto fue uno de los puntales más importantes allá en los años 70 que instaba a educar y no a encasillar.
El movimiento del vestir uni-sex y neutro permaneció hasta 1985. De repente ya no era solo un pantaloncito azul, sino un pantaloncito azul con la imagen de un osito que lleva un balón de futbol. Los pañales deshechables comenzaron a fabricarse en rosa y en azul. 
Los estudios y pruebas prenatales fueron una gran razón para este cambio.  Ahora los padres sabían de antemano el sexo del bebé y compraban según la noticia que habían recibido.  El gran descubrimiento de los vendedores fue que mientras la ropa era más personalizada más mercancía se movía en el mercado infantil. La moda color de rosa se comenzó a propagar: la carreola, la cuna, el juego de sábanas, las quilts....  Los padres con recursos podían decorar el cuarto color de rosa para su primer bebé si era niña y comenzar de nuevo con todo azul si el siguiente hijo era un muchachito.

Curiosamente, muchas mamás jóvenes que crecieron en los años 80's sin encajes, volantes y muñecas para vestir decidieron no utilizar el look unisex al momento de que nacieron sus hijas. Pese a que siguen siendo feministas, la manera de percibir el vestuario es muy diferente- opina el historiador.
Piensan-dice-que aún si la niña llegara a ser un cirujano, no tiene nada que ver que sea una doctora muy femenina.

Otro factor importante ha sido el aumento en el consumismo entre los niños en las últimas décadas. De acuerdo con expertos en desarrollo infantil, los niños se dan cuenta de su género entre las edades de 3 y 4 años pero comprenden que es permanente hasta que cumplen 6 o 7 años. Al mismo tiempo sin embargo son bomberdeados por campañas de publicidad sofisticadas y constantes que tienden a reforzar el convencionalismo social.  Las niñas pequeñas piensan que ser mujer quiere decir tener el cabello largo y llevar vestido.  Ahora los niños están tan interesados en todo esto que se han vuelto firmes e inflexibles en lo que les gusta y lo que les desagrada.
El mundo de la moda puede haber dividido a los niños en rosa y azul pero en el mundo del individuo real, no todo es blanco y negro.
Nota:  Este es un adelanto a un libro de la historiadora Jo B. Paoletti (Universidad de Maryland) que saldrá a la venta en los Estados Unidos a mediados de este año.
            En esta última fotografía: El Presidente Norteamericano Franklin D Roosevelt en 1884.

http://www.smithsonianmag.com/arts-culture/When-Did-Girls-Start-Wearing-Pink.html#ixzz1Jnnnm2ew

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