Decidí llamarla Charlotte


Esta muñeca la hice a partir de un kit que compré hace muchos años. Pertenece a la colección de muñecas diseñadas por Gail Wilson.  Siempre que me encontraba con el kit, postponía el comenzarlo pues las instrucciones vienen en 5 hojas (10 páginas), están escritas en hermosa letra manuscrita pero como verán en la fotografía, ya de entrada se siente una agobiada. 

Me pude haber guiado por intuición y la experiencia de haber hecho otras muñecas pero por alguna razón Gail Wilson se había tomado el tiempo para preparar un instructivo tan detallado.  Me tomé a la tarea de ir párrafo por párrafo y descubrí gratamente que la muñeca se hace tal y como alguien la hubiera confeccionado hace por lo menos 100 años.  La mayoría de la costura la exige a mano. Todo el cuerpecito está cosido y trabajado para formar las articulaciones, los dobleces de brazos y rodillas y además de pintarla hay que hacerle una serie de  trucos para que parezca hecha en otra época.  Un tip fabuloso que comparto aquí con muchas de Ustedes que también hacen muñecas es que conviene humedecer las partes del cuerpo que se van a rellenar. El resultado es fabuloso pues la guata o relleno que se utiliza se comprime y se puede decir que se adhiere a la silueta del cuerpo.  Además de llevar sus bloomers, y una combinación o fondo debajo del vestido, lleva unas medias que debería yo de cortar de un material stretch. En las telas de patchwork no tengo nada parecido así que fui a buscar y encontré un pequeño corpiño abandonado y algo luído y de allí tomé el material. Curiosamente, el corpiño tenía un terminado elástico con un pequeño encaje así que las medias quedaron ni mandadas a hacer.   El vestido más que difícil fue laborioso. Hay quien piensa que trabajar en chiquito es fácil pero es todo lo contrario. El fruncido de la parte superior del vestido y la manera en que asienta sobre los hombros de la muñeca se logra cortando la parte superior del cuello al bies de la tela para que asiente y se acomode perfectamente.
La página de Gail Wilson Designs

El Bosque

Cada día se aprende una puntada más para bordar